La agricultura ha pasado por diferentes etapas de desarrollo tecnológico en su historia, donde los profesionales del sector se han tenido que adaptar para poder vivir de su actividad con el paso de los años.
Según la clasificación de Budzynski (2012) y Pham y Stack (2018), hasta el año 1940 comprende la Agricultura 1.0, que se corresponde con un periodo de alta intensidad de mano de obra y una tasa de crecimiento del sector de apenas 1% anual.
Entre los años 1940 – 2000 hablamos de la agricultura 2.0, que trajo consigo la revolución verde. Este periodo se caracteriza por el uso de fertilizantes, pesticidas, así como semillas modificadas genéticamente y maquinarias especializadas con el fin de incrementar el rendimiento de sus cultivos. Ello redujo de manera importante el uso de mano de obra, en las zonas donde se desarrollaba y usaba este tipo de tecnología.
La agricultura 3.0 o agricultura de precisión, comprende los años 2000 – 2010. En este periodo comienza la toma de datos para mejorar la toma de decisiones. Se comienza a utilizar el GPS, sistema de referenciación global a través del satélite y sensores, lo que permite identificar los principales componentes que requiere la planta y hace más eficiente el uso de nutrientes, lo que abarataba los costos y reduce la sobreexplotación de suelos.
A partir de 2010 se comienza a hablar de la agricultura 4.0. En esta etapa en la que nos encontramos es donde más se aprecia el cambio hacia sistemas más inteligentes con mayor precisión. Destacando los siguientes avances tecnológicos: drones, sensores de bajo costo, aplicaciones móviles, robots,…